El arrepentimiento (o tawba en árabe) implica reconocer la falta, pedir el perdón de Allah y esforzarse para no volver a realizar el acto cometido.
Dicen los sabios del Islam: Es obligatorio hacer tawba de cada falta. Y si ocurre entre el siervo y su Señor, sin que intervenga nadie más, tienes tres condiciones para que sea correcta y aceptada, que son: la primera, abandonar la mala acción completamente; la segunda, lamentarse por haberla hecho; y la tercera, hacer el firme propósito de no volver a incurrir en ella. Y si no se da ninguna de ellas, la tawba no es válida. Pero si la falta afecta a otras personas, las condiciones son cuatro: las tres mencionadas y que se restituya a su dueño lo que es suyo. Si se trata de dinero tendrá que devolverlo y si ha incurrido en una injuria contra él tendrá que excusarse, y es obligatorio hacer tawba de todas las faltas, porque si lo hace sólo de algunas su tawba es correcta pero deberá hacerla por el resto de las faltas. Y las indicaciones de esta obligatoriedad se manifiestan juntamente en el Corán, en el hadiz (sunna) y en el consenso general de la Umma.
De Ibn Abbas y Anas ibn Malik, se transmitió que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo:
Aunque el hijo de Adán tuviera un valle repleto de oro, le gustaría tener dos y sólo conseguiría llenar su estómago con la tierra de su sepultura, es decir que no estaría satisfecho nunca. Y Allah perdona al arrepentido de todo lo que se arrepienta.
(Lo relataron Al-Bujari y Muslim)
(Extraído de Lo más granado de los Jardines de los Justos del imam An-Nawawi, traducido por Zakaríya Maza)